sábado, 29 de noviembre de 2014

Rumbo a un nuevo sueño.



Todavía lo recuerdas con nitidez: noches frías y silenciosas ahí afuera. El soplo del invierno hace estremecer las ramas de los viejos robles y las hayas. El canto estridente de algún búho rasga la quietud de los bosques con su siniestro ensalmo. Arrebujado entre las sábanas, con los cascos de un viejo walkman derramando melodías en tu mente, galopas a lomos de un dragón para surcar las nubes, casi rozando la cristalina corteza de esas estrellas que horadan la cúpula celeste. Un millón de sueños brotan de ese momento de soledad. Entregas tu alma, en esa comunión de metálicos lamentos, a un océano de fantasías que poco a poco van sincronizando el corazón al ritmo de ese latido ancestral, olvidado, primigenio, que hace vibrar la tierra bajo los cimientos de tu ser. Momentos de espiritualidad te hacen estremecer. El vello se eriza en tus brazos mientras la magia de esas melodías hace galopar tu corazón al ritmo de la fantasía. Un millón de historias brotan con cada nota. Por unas horas sientes que navegas, ilusionado, por esos mares bravíos. Las olas espumosas te salpican el rostro, arrancando lágrimas de alegría que surcan tus mejillas. Un poder que inunda cada milímetro de tu existencia. Luego, la vastedad de unas regiones de indómita belleza se extienden ante ti. La virginidad de esos mundos imaginados te pertenece, por completo, en ese lapso de existencia paralela. Ahí, amigo mío, puedes lograr lo que desees. No existen los límites, porque nada te lastra. El ancla terrenal ya no puede refrenar tu avance. Eres dueño absoluto de tu realidad. Gobiernas, sin leyes que opriman tus anhelos, la nave de tu imaginación.
 Los años han, quizás, empañado esos recuerdos, esas vivencias de otros mundos. Sin embargo, basta una chispa de esa vieja magia, para obrar el milagro. La bruma que ocultaba, con su velo gris, los parajes oníricos que aún perduran dentro de ti, se desvanece al instante con cada nueva nota, con la fuerza de esas melodías. Puedes desgarrar el telón maldito que han ido levantando en torno a ese otro mundo que te pertenece. Lo haces pedazos con las manos de tu alma, arrancando, trozo a trozo, esa detestable pátina que te impide ver la luz que brilla en los sueños. Con los puños apretados y el rostro inclinado, la vista al cielo inmaculado, dejas que fluya, desde las entrañas, un grito preñado de furia. Y por fin, ya no existe telón. El despiadado muro, que te impedía caminar, yace a tus pies, reducido por completo a un millón de fragmentos inofensivos. Tus botas hacen crujir esa ruina fútil que osó plantarse ante ti. Puedes caminar, una vez más, rumbo a un nuevo sueño.

domingo, 12 de octubre de 2014

"El Rayo Rojo" abre la colección ReBro de Dissident Tales Editorial.



 
La colección ReBro es la nueva propuesta de la recién nacida editorial Dissident Tales. Se trata de novelas cortas ilustradas, algunas de ellas a todo color. Los volúmenes, de en torno a las cien páginas de texto, incluirán en su interior más de una docena de ilustraciones, lo que convierte a todo el conjunto en un concepto que va más allá de la novela. Con ese toque Pulp de antiguas publicaciones, las obras se enmarcarán en distintos géneros como el terror, la ciencia ficción, apocalípsis, pulp, weird western, etc. La acción, la sangre, el sexo o el humor correrán a raudales, o en su justa medida, en cada volumen.

 El Rayo Rojo, escrita por el zaragozano Roberto Malo, e ilustrada por el madrileño CalaveraDiablo, tendrá el honor de dar el pistoletazo de salida a la colección. Se trata de una novela de ciencia ficción con toques de humor. La genial portada es la que dejo a continuación, junto con un enlace a la página de preventa, que finaliza el próximo día 15 de octubre y en la que se sortean regalos entre los compradores.


https://www.facebook.com/events/752558431458439/?fref=ts


La siguiente obra en ver la luz, dentro de la colección, está escrita por un servidor e ilustrada por el genial Elías Santos. Será una novela de terror titulada La Huella del Cazador, de la que más adelante iré adelantando cosas. 
 A continuación, dejo un cartel con algunos de los escritores e ilustradores que formarán parte de la colección:



sábado, 4 de octubre de 2014

Un brindis por el Heavy Metal.

Sólo hay que cerrar un momento los ojos y echar una mirada atrás, a esas diapositivas mentales que atesora tu cerebro, para darte cuenta de lo que ha influido la música en tu vida. Unido a cada retazo de ella, de manera intrínseca, siempre flotan las notas de alguna canción. Es como la banda sonora que te ha acompañado en cada momento, aportando una pincelada extra de sentimientos. Luego, más adelante, la magia de esas notas ejerce de llave mística capaz de abrir ese baúl que arropa tu pasado. Ante los ojos de tu alma se despliega un abanico de vivencias pretéritas al ritmo de esas guitarras, bajos, baterías y voces. Los buenos momentos, y aquellos que no lo fueron tanto, resucitan una vez más y es como si pudieras vivirlos desde una nueva perspectiva, pero siempre con el sabor primigenio. Puedes recorrer nuevamente los caminos apartados, preñados de belleza, que atravesaste en su momento mientras escuchabas, por ejemplo, a los Blind Guardian. Cada recodo del camino, cada soplo de brisa o el murmullo de los árboles cobra energía una vez más dentro de ti. En ese momento sientes que todas las experiencias de tu vida están a buen recaudo, custodiadas por esas notas musicales. Mi experiencia con la música, que ha servido de bomba propulsora en cada uno de mis pasos, de mis decisiones, de mi ilusiones, es la de un hombre que necesita de este viejo amigo para continuar avanzando con firmeza un día más. Cuando entrego mis energías al placer de la escritura, cuando ejercito mi cuerpo o mientras trabajo, necesito que los potentes acordes de alguna banda de Heavy Metal ejerzan esa propulsión poderosa. Mientras mis oídos perciban esa magia metálica que se derrama hasta mi cerebro a través de ellos, siento que puedo seguir adelante sin que nada pueda apartarme del camino que elegí.

Hoy, por pura casualidad, y mientras me distraía un poco buceando en internet, me topé con un tema de uno de mis discos preferidos. Cuando lo escuché con calma, una vez más, evoqué al momento y con total nitidez, un periodo de mi vida bastante fructuoso y feliz. Ello hizo que, por algún motivo, escribiera estas palabras a modo de agradecimiento a ese arte mágico que siempre me ha acompañado, tanto en los buenos, como en los malos momentos.
 Y es por eso que brindo por el Heavy Metal.


domingo, 28 de septiembre de 2014

Reseña de "Psicosis" de Robert Bloch.


 Psicosis es una de esas historias capaces de atraparte desde la primera frase. Y lo hace aún a pesar de que muchos lectores, como es mi caso, ya conocemos la trama e incluso el desenlace de antemano. Su afamada adaptación cinematográfica tiene "la culpa" de ello. Pero qué maravillosa sensación adentrarse en ese mundo terrorífico tan bien relatado, con esas atmósferas sugerentes donde el miedo que prima es el psicológico. Sin necesidad de sumergirnos en detallados festines de vísceras, el autor nos introduce en ese universo demencial preñado de delirios inquietantes. Nos cautiva con la historia de sus personajes, logrando que sintamos sus vibraciones dentro de nuestro cuerpo. Cada retal de esas experiencias es narrado sin complicaciones y con un ritmo ágil y ameno. Uno va pasando páginas sin poder desprender su atención de lo leído, ansioso por conocer cada detalle, cada meandro de la historia. Es fácil asimilar, a pesar de la dureza de lo expuesto por el autor, el significado de tan fascinante trama. Todos los detalles están siempre enmarcados en ese lienzo fosco donde la figura de esa vetusta casa y ese parador ya emblemáticos toman un papel psicológico importante. La soledad de esos entornos apartados, la presencia de la lluvia como elemento de ambientación, los mimados detalles de cada "decorado". Todo encaja como una maquinaria bien engrasada y lista para despertar nuestros terrores más icónicos. Los mecanismos retorcidos de una mente que lucha contra sí mismo, en una eterna lid imposible de ganar, significarán la bomba que imprima dinamismo a todo el relato. Resulta fascinante la forma de explicarnos cómo el personaje principal trata de encauzar su tormentosa situación. Tampoco faltarán las figuras del investigador frío que sólo persigue realizar su trabajo de manera interesada y calculadora, o el campechano sheriff que es incapaz de encarar la situación con objetividad y diligencia. Y todo ello nos irá conduciendo a un final perfectamente hilado. Todo un clásico en su género.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Antología ¡Zombifícalo!



Hace algunos meses surgía la convocatoria de ¡Zombifícalo! Desde el primer momento me atrajo la idea que se planteaba en las bases de la antología, por tratarse de algo fresco, valga la paradoja, ya que hablamos de "podridos". Me pareció interesante, algo distinto. Por eso me propuse hacerme un hueco en la obra. Al principio no le veía claro, no acababa de parir una idea que encajara en el proyecto. Sin embargo, a menudo soy obstinado, cabezota, y si algo se me mete en la mollera le doy las vueltas que haga falta hasta quedar satisfecho. Pues bien, ahora, visto el gran trabajo, la multiplicidad de contenidos y el mimo puesto en todos los aspectos de la obra, me siento orgulloso de haber concluido ese relato y de que lo aceptaran. 
 La antología, además de los relatos de veinte autores, cuenta con diversas ilustraciones, microrelatos, biografías, fotos, etc. Vamos, que atractivo no le falta. Todo ello en clave de humor o sátira, pero siempre con zombis, por supuesto, aunque un tanto peculiares. Se trata de una obra apta tanto para amantes del género como para quienes no lo son. La clave está en adueñarse, durante unas páginas, de algún personaje conocido para transformarlo en zombi. Además de la versión en papel habrá un epub con relatos extra.

Aquí dejo información sobre la antología y un enlace a la página de la preventa, donde podrá adquirirse y entrar en el sorteo de jugosos regalos:

Precio de venta: 15 euros.
Páginas: 364
Edición rústica con solapas, e ilustraciones interiores.







https://www.facebook.com/events/1513676645534663/?fref=ts



sábado, 16 de agosto de 2014

Antología "Cómo matar a..."

                               Antología "Cómo matar a...".

Título: "Cómo matar a...

Coordinada por: Carlos Rodón.

Número de páginas: 290.

Relato con el que participo: La cima del pecado.

Editorial: Editorial Universo.

Formátos: Papel.

Precio: 15 Euros. 

Sinopsis:


El imaginario masivo de los crímenes y muertes más asombrosos. El apetito salvaje y el fallecimiento en una misma cosa. El morbo y los tabús, todo lo incorrecto se aúna en una irreverencia fatal. Las ideas desbocadas, los apetitos sangrientos, la existencia borrada, el asco, la pena. Imágenes cruentas, sádicas, casuales, histriónicas, dulces. Trazos, cortes, balazos, manuscritos cargados de renglones torcidos y exceso. La mezcla de esencias se bifurca en distintas emociones, y eso es real y plausible, una idea global que algunos no parecen ni quieren entender (de ahí el asesinato). Mentes podridas y una extensa gama de rincones oscuros y lóbregos. La perfecta elección de los diablos disidentes es la llave del único pozo que conduce a los distintos tártaros. Y las imágenes creadas son la clave, la solución, la meta. Torturas mentales, tinta mezclada con líquido vital, odio, aversión, acidez, humor negro...

Antología "Peta Z"

                                      Antología "Peta Z".






Título: Peta Z. No mezclar con refresco de cola.

Coordinada por: Víctor Blázquez.

Número de páginas: 202.

Relato con el que participo: El abismo insondable.

Editorial: Sportula y Dolmen Editorial.

Formátos: Epub sin DRM, Kilndle (mobi) sin DRM.

Precio: 0,00 Euros.

Sinopsis:

Solo hacen falta once bastardos para destruir tu infancia.
Terror, aventuras, misterio, humor, crítica social y sobre todo mucha mala leche. Once relatos en los que los dibujos de nuestra más tierna infancia se mezclan con muertos vivientes.
Nunca has leído nada igual. Tal vez no quieras volver a leer nada después de esto.
Con relatos de Víctor Blázquez, Ignacio Cid Hermoso, Daniel P. Espinosa, Ángel Luis Sucasas, Miguel Aguerralde, Darío Vilas, Juan Miguel Fernández, Manuel Martín, Alejandro Castroguer, Javier Cosnava y Vanessa Benítez Jaime.
Descárgala de forma totalmente gratuita y disfrútala... si te atreves.

Más información en el siguiente enlace:

http://www.sportularium.com/?p=2357

lunes, 4 de agosto de 2014

Reseña de la antología "Cómo matar a... "



Antología que consta de 13 relatos y 3 micro-comics coordinada por Carlos Rodón, en la que colaboro junto con un buen puñado de geniales autores.

Número de páginas: 286
Coordinada por: Carlos Rodón.
Editorial: Universo en colaboración con Dissident Tales.

Daniel Gutiérrez, "Cómo matar al cartero": algunas veces la enajenación nos lleva por caminos que jamás habríamos imaginado seguir. A través de esos senderos de locura un hombre ha decidido dar rienda suelta a un impulso vengativo que le carcome las entrañas. Pero alguien la "ha cagado" pero bien. Se ha entrometido, por pura torpeza, en sus planes. Ahora pagará las consecuencias de semejante metedura de pata. Tanto si alguna vez has deseado "ajustarle las cuentas" a tu cartero por motivo de alguna negligencia, como si no albergas rencor alguno contra él, esta historia te gustará. Con cierto sabor a películas como "Pulp Ficción" y un trasfondo bastante salvaje, el relato abre la antología de manera contundente.

Javier Martos, "Cómo matar a la muerte": Lo que más me ha gustado del relato es ese universo que su autor ha creado en torno a la muerte en sus múltiples vertientes. Ha personificado las distintas facetas de "la de la guadaña" acuñando términos muy coherentes. De esta forma, la enfermedad, los accidentes, la vejez y otros "trajes" de la muerte tienen aquí su lugar bien definido. Pero la humanidad ha alcanzado unas cotas de progreso considerables. Por eso los cachorros de la muerte andan un poco de capa caída. Sin embargo ella se niega a zozobrar. Alguien le quiere arrebatar su última cota de poder, ¿podrá conseguir acabar con ella para siempre? Como poco, resulta cautivadora la idea de descubrir cómo se las arreglará ese alguien para perseguir tan difícil propósito. 

Roberto García Cela, "Cómo matarme": Una historia verdaderamente entretenida. He devorado sus páginas con avidez, deseando saber adónde quería ir a parar el autor con semejante delirio. Al principio nos muestra una cara bastante creíble y realista. Un grupo de amigos se reúnen después de varios años sin verse, para comer juntos. Muchos, como es comprensible, han envejecido con el correspondiente deterioro físico; calvas, barrigas más abultadas, canas por doquier y ese tipo de cosas. Pero hay alguien que no ha perdido cierta capacidad para mofarse de sus congéneres. Entre cerveza y cerveza, iremos descubriendo el delicioso entramado de esta historia hasta un final impactante que, creo, no dejará indiferente al lector. Uno de los relatos que más me han gustado. Tiene fuerza, es entretenido y su giro final me ha hecho estremecer.

Ricard Millas, "Capungo":  Puede parecer que al protagonista de esta historia se le ha presentado una difícil tarea. Y no precisamente porque no esté el hombre acostumbrado a despachar semejante tipo de empresas. Cuando la presa es, al mismo tiempo, un delicioso bocado que se nos ofrece sin reparo alguno, puede que el deber primordial quede relegado durante algún tiempo a un segundo plano. Pero nuestro protagonista no es tonto. Sabe en qué medida ha de relajarse sin perder el horizonte por completo. ¿O quizás no? Eso habrá que descubrirlo adentrándose en las páginas del relato. Con un toque de historia de espionaje al más puro estilo James Bond, el relato nos conduce hasta un final donde habremos de descubrir algo que en realidad ya se nos advierte desde el principio.

A.C. Ojeda, " Preludio": Todos aquellos que encontramos deleite en el sano oficio de crear mundos, nos veremos, en mayor o menor medida, reflejados en el trasfondo de esta historia. Un escritor que persigue con empecinamiento su anhelada meta de convertirse en autor reconocido y respetado, un lector que lleva su fidelidad hasta límites obsesivos y peligrosos y un mundillo un tanto familiar para todo aquel que alguna vez se haya aventurado en esto de la escritura. Esas son las bases que escenificarán una historia entretenida y con los alicientes necesarios para mantenernos intrigados hasta el punto final.

Carlos Rodón, "Cómo matar a una tormenta": Se trata del relato más extenso, si no me falla la memoria, de toda la antología. Sin embargo, su autor ha dividido en partes la historia para que nos sea más fácil devorarla. Con una ambientación que me ha recordado en ocasiones al maestro King, Carlos nos adentra en el estado de Lousiana para contarnos cómo un fenómeno meteorológico sin parangón hará de las suyas. A través de la visión de distintos personajes, iremos conociendo las vicisitudes que habrán de vivir los ciudadanos de esa parte del mundo. Casi a modo de micro-novela, el autor nos conduce hasta las entrañas de una tormenta que arrastra consigo un halo de malignidad voraz. La sangre podrá salpicarnos desde sus páginas en alguna ocasión si no andamos listos. Un relato bastante ameno, con personajes bien construidos, algunos de ellos incluso simpáticos.

Beatriz T. Sanchez, "En la torre de poniente": La antología da un giro aquí bastante pronunciado, para conducirnos a una época más remota. Desde el principio puede apreciarse ese toque medieval que impregnará las páginas del relato. Bosques siniestros, campesinos caídos bajo el yugo de algún tirano y alguna pincelada de terror sugerente para ambientar los primeros compases. La huella perenne de un acto absolutamente abominable, hará que se grabe a fuego en la mente de nuestra protagonista un momento de su vida. Genial la manera de la autora de retratar a algunos personajes de su historia. Con un final lleno de fuerza y una prosa bien pulida.

Paloma Aragón, "Cómo matar a una mosca": El relato comienza con alguna explicación concisa que nos hará preguntarnos de qué va esa especie de apuntes con sabor a artículo enciclopédico. Esto hará que deseemos seguir leyendo para descubrir qué se esconde tras todo ello. Conforme avanzamos en la lectura, y por lo menos en mi caso, he tenido la sensación de estar viendo un capítulo de la mítica serie "En los límites de la realidad". Un relato ameno que nos conducirá a un final con giro argumental interesante.

Sergio Fernández, "El último cartucho": El autor nos sitúa en el escenario de un mundo postapocalíptico bastante bien retratado. Logra adentrarnos en esa parcela espacio-temporal donde reina la incertidumbre y el peligro latente. Valiéndose de tres personajes, uno de ellos no humano, y un diario, Sergio nos relata la historia, haciendo que cale en nosotros el miedo y la tensión crecientes. Narrado con sencillez y eficacia, el relato ha sido otro de los que más me han gustado de la antología.

J. Daniel Aragonés Cuesta, "El día que maté a mi jefe": La historia comienza con un toque de realismo que nos facilita la tarea de ponernos en la piel de uno de los protagonistas. Poco a poco va creciendo una nota de sadismo que luego impregnará casi toda la historia. A veces los planteamientos alcanzan cotas delirantes, lo que aporta un aliciente extra a la trama. Con un humor en momentos bastante ácido, otra historia entretenida que hará las delicias de todo aquel que se preste a fantasear con un impulso un tanto salvaje de asesinar esa figura, "siempre en los límites de nuestra imaginación", en ocasiones tan odiada.


D.W. Nichols, "Sombras": Un delicioso relato de época donde nuevamente el rencor sirve de acicate, de combustible con el que alimentar la maquinaria del crimen. Una dinastía de encorsetados personajes rodeados de opulencia, en cuyos pechos late un corazón frío y desapasionado, representará en esta ocasión el marco en el que se desarrollará la maquiavélica trama. Y, por supuesto, la dulce jovencita que ha tenido que regresar al gélido lecho de esas habitaciones lujosas, supondrá el motor principal del relato. Una historia bastante entretenida y con una buena prosa.

Roberto Malo, "Asesinando el pasado": En ocasiones, no resulta demasiado fácil enterrar ciertos hechos pretéritos que aún siguen atormentándonos en el presente. Si además ese pasado nos persigue, personificado en el ser humano que lo representó en su momento, no encontraremos otra vía de escape más que en nuestras propias manos. Con este relato que rebosa sadismo, se cierra la antología.

De mi propio relato, "La cima del pecado", como es lógico no opinaré. Simplemente os invito a adentraros en esa pequeña parcela de terreno sacro donde se desarrollan los hechos. La historia surgió fruto de una visita que hice al enclave donde se encuentra un monasterio, durante mis días de vacaciones. Estamos hablando de un entorno apartado, agreste y silencioso, allá en medio de unos montes de frondosa vegetación. Aquella calurosa tarde de verano, mi timidez impidió que pudiera llamar a las puertas de ese lugar. Me quedé, por tanto, con la duda de saber qué atesoraban los muros de piedra de aquel santo lugar. Más tarde decidí que mi imaginación elucubraría lo que pudiera haber ocurrido, de haberme atrevido a tañer la campana que hacía las veces de timbre.

 La antología está aderezada, además, con tres divertidos micro-cómics. Ioannes Ensis, Laura López y Daniel Medina, nos ofrecen estas entretenidas historietas durante la lectura de los relatos. Cada uno de ellos, con estilos muy diferentes, nos ofrecen una visión retorcida de cómo matar a sus personajes.

sábado, 31 de mayo de 2014

Reseña de "Hellraiser" de Clive Barker.


  Cuando se buscan desesperadamente nuevas formas de estimular los sentidos, quizás no tenga uno en cuenta lo relativo que puede ser la percepción de las realidades. Uno de los protagonistas de esta historia ha cometido el error de no tener en consideración semejante premisa. Su afán de explorar nuevos caminos en busca de placeres, le ha llevado a cometer una gran estupidez; la de adentrarse en un territorio desconocido sin meditar antes las posibles consecuencias.
 Clive Barker ha creado uno de los universos más aterradores que pueda concebir mente humana alguna. Un horror epidérmico que traspasa los límites de la cordura, para aguijonear nuestros sentidos de manera descabellada e intensa. Los Cenobitas son, a mi juicio, una creación sublime y rebosante de significado. Son criaturas de otro plano y, por tanto, sus mentes vibran a otra frecuencia. No perciben la realidad de la misma manera que nosotros, y consideran el placer desde unas perspectivas bien diferentes. Tanto, que donde ellos encuentran deleite, nosotros sólo observamos dolor, sufrimiento y angustia. Su aspecto físico, esa carcasa orgánica que les aporta corporeidad es, además, sencillamente estremecedora. Está en total consonancia con lo que bulle en sus cerebros. El autor nos deleita con unas descripciones bien detalladas, pero en absoluto recargadas, de la apabullante fisonomía de sus creaciones, de esas presencias demoníacas. Nos transmite a la perfección lo espantoso que ha de ser contemplar a una de esas divinidades oscuras.
 La historia está narrada sin demasiadas complicaciones, lo que para mí representa otro acierto. Un personaje que busca, con desmesurado anhelo, algo que aporte placer a su vida, que le haga sentir nuevamente emociones intensas, será uno de los portales para adentrarnos en el relato. Es un hombre que ha experimentado constantemente, sin dudar nunca en traspasar límites aberrantes. Ahora, hastiado ya por completo de los placeres terrenales, ha decidido ir un poco más lejos. Hace años que conoce la historia de una especie de "llave" con la que, si muestra el ingenio suficiente, podrá acceder a otro plano de la realidad. Allí le esperan, según le han informado, horas de gozo extremo y océanos de sensaciones. Sin embargo, como ya he dicho, quizás lo que esas "divinidades" entienden por placer no sea exáctamente lo que el hombre esperaba.
 La novela es de ágil lectura. Su prosa denota  visceralidad, con frases contundentes pero sin perder la elegancia de una buena prosa. Se profundiza en la personalidad de sus personajes desde un punto de vista muy humano, desnudando su carácter y mostrándonos la vileza que anida en sus almas o, en algunos casos, la bondad. Para ello se vale de las mundanas relaciones entre todos ellos, desplegando diálogos y vivencias algo más familiares para que el lector pueda comprender lo que bulle en sus mentes. Nos muestra sus miedos, sus inquietudes y sus afanes. Para ambientar las escenas no duda en recurrir a los terrores atávicos: tormentas en la noche, cuartos sumidos en la penumbra o inquietantes sonidos sobre las tablas del suelo.
 Una obra cargada de tensión que aportará horas de entretenimiento a los amantes del género.

domingo, 11 de mayo de 2014

Reseña de "El Maestro del Prado" de Javier Sierra.


 Apasionante y enriquecedora, así me ha parecido la última novela de este infatigable periodista, de este pertinaz investigador de lo misterioso. Apasionante por las claves que nos desvela en sus páginas. Enriquecedora por el despliegue artístico que el "maestro" irá poco a poco analizando minuciosamente ante nuestra atenta mirada. Un recorrido fascinante por algunas de las obras más carismáticas del museo del Prado, e incluso algunas otras que se encuentran en otros lugares.
 La novela arranca ya con una poderosa llamada de atención dirigida directamente al inconsciente del lector. ¿Estás preparado para sumergir tus sentidos en algunas de las obras más repletas de significado de la historia, para perderte durante minutos en cada pincelada, en cada detalle de esas pinturas y conocer algunas claves allí ocultas? Seguramente sí, pues como asevera "nuestro excepcional guía", el que nos conducirá de la mano a través de este vergel inmenso de sabiduría, todo buen maestro llega siempre cuando su alumno está preparado, con los ojos bien abiertos, para recibir dichas lecciones. De cualquier manera conviene permanecer atento, con los sentidos alerta, en cada palabra, en cada explicación. Algunas veces habrá nombres, personajes que quizás no nos resulten demasiado familiares. Al menos, no a todos los lectores. Pero pronto comenzaremos a sentirlos mucho más cercanos. Esos personajes están todos ellos ligados íntimamente por un nexo en común, que hará de esta historia un mapa lleno de conexiones que nos irá conduciendo a unos mensajes muy concretos.
 La novela no rebosa acción. Está un tanto alejada de esas azarosas y accidentadas carreras de fondo en busca de respuestas y huyendo de peligros, al que nos tienen acostumbrados en algunas obras de signo parecido. Aunque sí habrá algunas pinceladas de tensión bastante significativas que aderezarán la obra deliciosamente. Sin embargo, la historia en sí ya es lo bastante atractiva y cautivadora como para que no echemos en falta ese derroche de acción antes mencionado.
 Nos acercaremos a numerosas figuras de considerable relevancia en la historia de los últimos siglos de la humanidad. Hundiremos nuestros pies a veces en aguas muchos más profundas, en tiempos más remotos y olvidados. Conoceremos la conexión que hay entre esos personajes, algunos de ellos pertenecientes a la realeza de uno de los grandes imperios de la historia, y esas grandilocuentes obras pictóricas. Y, por supuesto, averiguaremos cuál es la "argamasa" común que une ideologicamente a todos estos personajes y estos conecptos.
 Y hay algo más. Siempre ronda sobre nuestras mentes una extraña sensación. Una especie de pálpito, una lucidez misteriosa que nos avisa de algo. Debo admitir que Javier Sierra es un maestro a la hora de tocar ciertos resortes emocionales. Sabe accionar los contactos adecuados con su prosa, aquellos que activarán una especie de sexto sentido en sus lectores.
 Una novela entretenida, con la que además tendremos ocasión de contemplar ciertas obras de arte desde una nueva perspectiva. 

domingo, 20 de abril de 2014

RESEÑA DE "CIRCO MÁXIMO" DE SANTIAGO POSTEGUILLO.



Tras habernos adentrado, con el anterior volumen, en la arena misma del Anfiteatro Flavio para sentir muy cerca el sudor, el miedo y la sangre de los gladiadores, ahora toca experimentar la tensión y el peligro de las carreras de cuadrigas. Posteguillo nos conduce hasta las gradas de ese Circo Máximo donde tendrán lugar las más trepidantes competiciones entre aurigas. Alternando la visión de los espectadores desde el mismísimo palco imperial, con la perspectiva más vertiginosa de los corredores, ya en la propia pista, el autor nos muestra de forma sublime cómo debió ser aquello. Seremos, por tanto, espectadores privilegiados de tan emocionantes carreras, teniendo presente además la terrible carga a la que estaban sujetos esos temerosos aurigas en la arena del circo. Y debo decir que las escenas están narradas de una manera muy dinámica y amena. Posteguillo nos explica de forma clara y minuciosa cómo eran tales competiciones. Y lo va aderezando con sencillos pero esclarecedores esquemas, para que en ningún momento perdamos la pista de cada uno de los participantes. Esta primera parte de la novela nos acerca una de las facetas de aquella Roma imperial y, para mi gusto, resulta de lo más interesante y entretenida. No exento todo ello, ni mucho menos, de una gran carga de tensión emocional. Habrá momentos en los que el lector sentirá en sus carnes el peligro, el miedo, la euforia e incluso el dolor de esa arriesgada profesión del auriga.
 Al mismo tiempo, iremos conociendo esa misteriosa conspiración que alguien está urdiendo desde las sombras para ensuciar el nombre de ciertos personajes, con el fin de alcanzar oscuros propósitos. Y como todo ello está ligado firmemente, también nos adentraremos en la vida de las jóvenes Vestales de Roma. Se verán implicados en esa trama uno de los más prestigiosos senadores y abogados de la época, un tal Plinio el Joven, toda la casta sacerdotal, algunos seres corruptos y el mismísimo emperador Trajano. Ello nos conducirá más tarde a una serie de juicios apasionantes donde la emoción nunca estará ausente.
 Y como no podía ser de otra manera, también acudiremos hasta una de las fronteras más peligrosas del imperio. Allí palpita muy viva la llama de la guerra, que amenaza de manera constante la paz  y convierte esa franja del Danubio en una tierra peligrosa tras la que acecha la sombra inmensa de otra poderosa civilización. Esa paz frágil, sustentada mediante los quebradizos acuerdos del pasado, no tardará en tensionarse demasiado. Así muy pronto tendremos ocasión de presenciar batallas entre legionarios y guerreros dacios, sármatas y roxolanos. Los constantes escarceos  bélicos de los dacios y otras tribus aliadas en dominios romanos son algo que incomoda sobremanera al actual emperador romano. Además, éste no soportará mucho tiempo más el tener que ver a su imperio sometido a las vergonzantes condiciones pactadas por Domiciano, aquel otro Cesar que a punto estuvo de conducir a Roma a la catástrofe. Por si fuera poco, el imperio está pasando serios aprietos económicos y el emperador se niega, porque sabe bien que no será la solución,  a desangrar con más impuestos a su pueblo. Habrá, por tanto, que ampliar las fronteras en busca de nuevas riquezas con las que abastecer sus arcas. 
 En la novela está muy presente también la proeza más grande de un excepcional arquitecto llamado Apolodoro.Y el autor nos  lo relata como siempre de forma muy comprensible, pero sin escatimar en detalles que incluso nos harán implicarnos con una obra de semejante magnitud. Nuestros ojos irán viendo cómo toma forma la colosal creación de algo que, incluso hoy en día, sería muy difícil llevar a termino.
 Llega el momento de las batallas, de las estrategias, de los correos cifrados u otros medios de comunicación a distancia utilizados ya en época romana y de exprimir al máximo el ingenio. De la sangre, en definitiva, sobre los campos y el genio militar de los líderes de esas potencias. Una nueva Tapae, una inesperada Adamklissi, varios asedios y un sinfín de momentos bélicos que el autor nos irá relatando con precisión. Hasta llegar, por su puesto, a Sarmizegetusa. Es la hora también de las heroicidades, los actos de devoción más nobles pero también el de las traiciones y la cobardía. Ambas cosas estarán presentes en todos y cada uno de los bandos implicados. Pero, lo mejor de todo, sin duda, es que tendremos ocasión de conocer un poco más esas tierras olvidadas de La Dacia; sus costumbres, sus agrestes paisajes cuajados de verdor, las intrigas que dentro de su reino bullen también como en el seno de la propia Roma. Posteguillo nos acercará también a sus personajes, donde encontraremos a mujeres y hombres de una nobleza encomiable y, al mismo tiempo, a otros tan deplorables como innobles. Y dentro de todo este torbellino de emociones bien narradas, conoceremos lo terrible que puede ser la ira de un emperador que ha sido herido en lo más débil de su alma.
Busto de Decébalo, rey de la Dacia.
Recreación del Circo Máximo.
  Luego nos tocará volver a Roma. Habrá que conocer el desenlace de esas intrigas llevabas a cabo desde la oscuridad por pertinaces conspiradores. Tendremos ocasión de asistir a varias carreras de cuádrigas, más emocionantes, si cabe, que las anteriores. También tendremos que saber cuál el destino de viejos personajes ya conocidos en el anterior volumen. Y debo decir que la última parte de la novela se convierte en una auténtica montaña rusa de emociones, donde habremos de temer de manera constante por la vida de nuestros personajes favoritos. No habrá respiro, no habrá calma, no tendremos ocasión de relajarnos mientras vamos devorando con avidez páginas y más páginas. Cierto es que quizás algunos hechos puedan ser un tanto previsibles pero, como nunca tendremos la certeza de nada, la tensión continuará viva hasta el mismísimo final. Un final que nos depara instantes repletos de una ternura conmovedora. No soy lector al que sea demasiado fácil arrancar una lágrima, pero debo admitir que, nuevamente, Posteguillo ha logrado tocar los resortes preciosos para hacer que me emocionara en numerosas ocasiones. 
 Ahora toca esperar hasta la próxima entrega de esta grandiosa saga que, seguramente, y por fortuna, no será la última por parte de este grandísimo escritor. 

jueves, 10 de abril de 2014

Antología "Cómo matar a..."



Creo recordar que corría el mes de Julio del año pasado, cuando fui reclutado, vía internet, por Sergio Fernández para un interesante proyecto literario. Se trataba de una futura antología donde serían aglutinadas varias historias de un puñado de intrépidos escritores, todas ellas con un denominador común; el asesinato. La gracia del asunto consistía en elegir cada uno de nosotros a algún personaje, para luego relatar su cruel persecución y posterior matanza. Por si ello fuera poco, además el libro estaría aderezado con varias ilustraciones sangrientas, así como con algunos micro-cómics. Poco a poco el proyecto fue tomando forma bajo la atenta supervisión de Carlos Rodón, quien sería el encargado de coordinar todo el asunto. Debo admitir que, al principio, no me decidía a la hora de escoger mi personaje a "vapulear". Había tantas posibilidades, tantas retorcidas ideas, que me costó un poco escoger mi víctima. Fue justo tras haber realizado una pequeña excursión a los montes de la periferia  del lugar donde me encontraba de vacaciones, cuando di por fin con la respuesta adecuada. Iba en busca de un monasterio perdido entre la espesura de la naturaleza. Recuerdo que aquel día el sol calentaba con fuerza y el camino fue, además, largo y abrupto en ocasiones. Ni siquiera sabía con exactitud dónde se hallaba el mencionado monasterio. Pero tras algunas horas de ardua caminata di al fin con su emplazamiento. Eso sí, jamás me atreví, debido a un repentino ataque de timidez, a llamar a sus recias puertas. Y he aquí que encontré la forma de adentrarme en las entrañas del lugar. Lo haría a través de un relato. Imaginaría lo que no pude ver en la realidad temiendo importunar a los monjes allí clausurados.
 Hoy día esa antología ya es una realidad. Pronto será publicada por la editorial Universo y todos vosotros podréis adentraros en sus irreverentes páginas. 
 Aprovecho para dar las gracias desde aquí a Sergio Fernández por haber pensado en mí como futuro integrante de la antología, a Carlos Rodón por todo el trabajo de supervisión y colaboración así como por sus entusiastas arengas y a todo el grupo que forma parte de esta realidad.

sábado, 29 de marzo de 2014

Sueño lúcido.




Que maravillosa sensación cuando, de pronto, te "despiertas" en un sueño y tomas plena consciencia de que estás soñando. Es entonces cuando, si logras controlar tus impulsos, evitando que la ensoñación no se desvanezca por completo bajo los dedos torpes de la vigilia que acecha al otro lado, puedes dirigir el mundo onírico por el que vagas a tu antojo, ser el arquitecto de tus propios sueños. Apartando a un lado los nervios que bullen dentro tu mente, caminando con tiento por esa fina franja que hay entre dos mundos, el del sueño y el de la vigilia, avanzarás como un funambulista fascinado. Cuidado, es muy fácil que tu psique se deslice hacia el despertar si no andas con cautela. Pero si consigues mantenerte a ese otro lado de la realidad, verás que puedes dibujar con la imaginación sobre el lienzo de tu sueño. Es como si de pronto gobernaras ese plano onírico y tuvieras la facultad de decidir qué es lo que quieres ver y cómo lo quieres ver.
Observarás con honda fascinación cómo surgen paisajes de belleza inenarrable a tu alrededor, pero ahora serás capaz de hacer que broten flores allí donde las echabas en falta, o que las olas del mar que contemplas sean tranquilas y armoniosas. Si lo deseas, podrás alcanzar elevadas cumbres sin apenas esfuerzo, sintiendo cómo tu cuerpo se desliza maravillosamente sobre el lecho de un camino. No habrá meta allí que no puedas alcanzar, siempre que te dirijas con humildad y veas todo con los ojos maravillados de un niño. La aventura, con frecuencia, resulta efímera si no estás lo suficientemente entrenado en tales menesteres. Pero poco a poco lograrás dominar las riendas de tus sueños con mayor firmeza. Es el momento de percatarse de todo el excelso mundo que te espera a ese otro lado de la frontera. La hora de navegar sin límites y descubrir el universo inabarcable que yace dormido, pero jamás muerto, tras las cortinas a veces densas de la vigilia.Y al final del viaje quizás te encuentres a tres musas sonrientes, que soplarán con ternura sobre tu alma algunos secretos.
 Y he aquí que has fabricado sueños sobre los fértiles campos de tu subconsciente, y que por tanto ahora ellos en verdad te pertenecen. Son tuyos, y si así lo deseas, los puedes incluso regalar en forma de palabras. Ese es mi deseo ahora y es lo que en estos momentos hago, obsequiar a alguien muy especial este pequeño retazo de ensoñación que he labrado mientras deambulaba en esas lejanas tierras de mi mente.

viernes, 28 de marzo de 2014

RESEÑA DE "LA CÚPULA" DE STEPHEN KING.



 Observar lo que ocurre cuando una pequeña localidad estadounidense se ve de pronto, de la noche a la mañana, cercada por una misteriosa barrera de naturaleza desconocida, resulta en un principio de lo más tentador. Esa extraña cúpula transparente que encerrará, sin que nadie sepa por qué, esa zona del mundo, de entrada despliega un amplio abanico de posibilidades. Un argumento que desde el principio atrae a todo aquel que guste de un poco de terror imaginativo. Además, cuenta con uno de los comienzos más interesantes y entretenidos que he leído en una obra de estas características.
Cuando empecé a leer esta novela mis expectativas eran verdaderamente altas y, aunque a la larga no me defraudó, si que es cierto que no acabó de ser todo lo entretenida que esperaba. Los ingredientes que King ha decidido poner a "hervir a fuego lento", dentro de esa "gran cazuela", son sin duda los idóneos para preparar una buena historia. Sin embargo, es cierto que encuentro algunas partes de la novela un poco flojas para mi gusto. Y no me refiero a que decaiga la acción ni se vuelva soporífera, sino que quizás se aleje un poco de los aspectos que pueda yo encontrar más interesantes en este tipo de historias. No obstante, en conjunto me ha parecido una obra entretenida y bien elaborada. El maestro King hace gala de uno de sus mayores despliegues creativos a la hora de elaborar un amplio elenco de personajes, donde hay para todos los gustos. Uno de los aspectos más interesantes es la forma en la que el autor nos muestra lo peligroso que puede llegar a ser el hecho de que, de pronto, una zona poblada quede aislada por completo del resto del mundo civilizado. Y sobre todo cuando hay, entre los confinados, personas de ego exacerbado con un ansia de poder irrefrenable. Una megalomanía que espera agazapada su momento idóneo para emerger de las profundidades de una mente fría y enferma. Y la cúpula es, sin duda, un elemento que puede apartar a un lado y de forma rotunda, todos y cada uno de los escollos que puedan entorpecer el avance de esos tiranos en potencia. Tenemos de este modo desplegado el escenario perfecto para que comiencen a bullir todos los miedos, las perfidias o, también por el contrario, las más puras acciones altruistas o incluso heroicas. Es por tanto como un mundo a pequeña escala, donde los tiranos ven su ocasión de esgrimir la despiadada batuta del poder sin apenas cortapisas, las mentes retorcidas su pequeño paraíso de maldad y también donde las personas sencillas pero bondadosas se enfrentarán con sus miedos, venciendo algunas veces, e incluso sacando a relucir el héroe que llevan dentro. 
 El autor ha sido cuidadoso a lo hora de enfocar y desplegar todos y cada uno de los detalles que dibujarán esa hipotética realidad por él concebida. De hecho, ha preferido esperar un buen puñado de años antes de enfrentar esa tarea. Y es que King ya tenía pensada esta historia desde hace mucho tiempo, pero decidió postergarla, por miedo a no contemplar de manera adecuada todas y cada una de las circunstancias que puedan darse bajo ese fenómeno que es "la cúpula". Finalmente lo hace, a mi juicio, con acierto. Describe detalles que nos meten de lleno en esa realidad imaginada. No deja en el aire aspectos climatológicos, físicos o emocionales como los que sin duda pueden florecer en un ambiente de semejante índole.
 Y aunque al principio de esta reseña mencionaba que, para mi gusto, encontré la novela un poco aburrida en algunas partes de la misma, sobre todo hacia la mitad, en su conjunto, insisto, me ha parecido una historia muy bien ambientada, con muchas posibilidades por explorar y muchos personajes que enriquecen la trama.
 Cabe mencionar que, como el propio escritor admite en los apéndices, es una de las obras más crudas y viscerales que ha escrito. Y es que se narra en sus páginas algunos pasajes bastante violentos no exentos de minuciosos detalles un tanto sangrientos.
 Uno de los puntos fuertes, y que nos mantiene atentos y anhelantes de respuestas, es el ansia de conocer el origen y la verdadera naturaleza de ese extraño artificio que todos denominan "la cúpula". Y todos la denominan así aún sabiendo muy pronto que en realidad no era exáctamante una cúpula. Quizás al final la explicación revelada por el autor sea un tanto ambigua, pero lo cierto es que eso, en mi opinión, no hace sino enriquecer un poco más el conjunto de la obra. Y es que deja algunas puertas abiertas a nuestra propia imaginación.
 Como anécdota añadir que, en cierto modo, la novela me ha recordado un poco un relato de Lovecraft. En realidad tan sólo tienen un nexo en común ambas historias. Pero no he podido evitar sentir en algunos momentos la misma claustrofobia y agobio que sentía el personaje del escritor de Providence, tras caer preso en las entrañas de un laberinto de invisibles paredes. 
 Ahora queda echar un vistazo a la serie, a ver qué tal han llevado a la pequeña pantalla esta historia.

sábado, 1 de marzo de 2014

RESEÑA DE "YO, ROBOT" DE ISAAC ASIMOV.



Siempre me ha resultado interesante la destreza de Asimov a la hora de establecer paralelismos entre lo humano y lo artificial. En muchos de sus escritos da la sensación de que intentara acercar la esencia del hombre a su lado más material. También nos muestra la humanidad que puede brotar de lo que en apariencia nos resulta inerte. Es decir, busca un nexo de unión entre ambas condiciones, valiéndose de la premisa de que, al fin y al cabo, todo es materia. Centrándonos en la antología de relatos de "Yo Robot", se percibe esta cualidad visionaria del escritor, pero al mismo tiempo despliega en sus historias otro interesante conjunto de hipótesis. Me atrevería a decir, y creo que no me equivoco, que el libro, en su conjunto, se sustenta en el pilar básico que representan esas tres leyes de la robótica imaginadas por él para su universo futurista. Todo gira en torno a esas directrices fundamentales establecidas por la "U. S. Robots and Mechanical Men Corporation". La magia de cada historia reside en los inconvenientes que pueden surgir a raíz de esos "tres mandamientos" y las contradicciones que estos puedan provocar. 
 Como todos los seguidores de Asimov saben bien, la U.S. Robots es una compañía dedicada a la fabricación de seres artificiales. La clave fundamental de dicha organización es un "cerebro positrónico" que han creado para sus humanoides. Esa mente artificial contiene, desde su misma creación, tres leyes inquebrantables que regirán el proceder de los robots dotados con ella. Esas directrices tienen un orden de prioridad. La primera manda sobre la segunda y la segunda sobre la tercera. En caso de que, por ejemplo, la última contradiga a la anterior, será anulada por esta última.
 El libro es un fascinante conjunto de relatos donde el autor nos muestra, de manera divertida, las situaciones problemáticas que pueden darse cuando los robots de cerebro positrónico sufren conflictos internos a causa de las contracciones que surgen a veces entre las tres leyes. Por su puesto, no se trata de que las creaciones de la U.S. Robots no cumplan sus funciones debidamente, sino que, por el contrario, al seguir los dictados de esas tres leyes, en numerosas ocasiones se dan casos que el ser humano no puede a priori comprender. Y gran parte de la gracia del libro está en ver cómo desentrañan sus personajes esas confusas situaciones, para luego ponerles remedio de inmediato.


 A lo largo de todo el volumen irán apareciendo distintos miembros de esa organización tecnológica. Muchos de ellos pronto nos serán familiares, ya que intervienen en más de una historia. Así les iremos conociendo con sus defectos y sus virtudes. Y cabe mencionar, por cierto, que Asimov es bastante "generoso" al dotar a sus personajes de rasgos bastante humanos. Son mujeres y hombres muchas veces dominados por la ambición, la envidia o incluso la misantropía en algunos casos. El autor también juega, de manera magistral, con conceptos bastante filosóficos acerca de nuestra condición, haciendo que nos planteemos algunas preguntas.
 No faltan tampoco en el libro momentos emotivos, pasajes rebosantes de esa visión tierna que en numerosas ocasiones es capaz de plasmar con nitidez el escritor. Y es que Asimov, a mi juicio, es uno de esos autores capaces de llegar hasta lo más profundo del sentir humano, y pulsar ciertos resortes fundamentales. Logra arrancarnos un sano estremecimiento, un inquietante hormigueo por todo el cuerpo con sus sabias acrobacias imaginativas.
 Como curiosidad, me gustaría hacer mención de la capacidad asombrosa del autor para adelantarse en algunos casos a su tiempo, haciendo uso de esa visión creativa que le caracterizaba. Por su puesto, en otros casos esa perspectiva difiere un poco, como es normal, de la realidad que hoy conocemos y que para él aún estaba por llegar. Lo menciono como algo anecdótico, pues yo, como lector del siglo veintiuno, lo veo cómodamente desde mi perspectiva de un mundo completamente informatizado. Pero resulta llamativo y en algunos casos curioso. Es fascinante poder echar la vista atrás y saber cómo imaginaban algunos genios el rumbo que tomaría la ciencia en tiempos venideros, acertando de pleno en muchos casos y errando en otros muchos. 
 Un libro imprescindible para todo aquel que guste de los relatos de ciencia ficción. Entretenimiento asegurado, interesantes ejercicios de imaginación y mucha creatividad en un escritor prolífico como el maestro Asimov.

 Y recuerden, cerebros positrónicos, esas tres leyes fundamentales que habrán de respetar siempre:

  1. Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la 1ª Ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la 1ª o la 2ª Ley.