lunes, 3 de agosto de 2015

Mi crónica del Celsius 232 de 2.015



Desde el primer Celsius 232, allá por el año 2.012, cada nuevo encuentro en el festival literario de fantasía y terror, es una ocasión para reencontrarse con algunos amigos y conocer  a otros autores e ilustradores. En el presente año he tenido el placer de charlar un rato con escritores con los que ya coincidí en el que se celebró en 2.012, como por ejemplo Javier Cosnava y su mujer Sofía Espinosa o Darío Vilas. Ello te brinda la ocasión de compartir impresiones o aprender cosas interesantes, ver la evolución de cada uno y conocer detalles acerca de sus obras y los recursos creativos que emplean a la hora de darles forma. 
 Asimismo, conocí otros talentos, tanto en el aspecto literario como en el de las ilustraciones. Entre "fartura" y "fartura", culetes de sidra y ese tipo de cosas tan representativas de nuestra tierra, uno puede empaparse de los universos particulares de esos artistas. Si además se trata de personas tan simpáticas como Carolina Bensler, Susana Bielsa, Mabel Valmorisco, o el inefable Víctor, a quien por cierto me permití la licencia de condecorar con el apodo de "señor oscuro",  la cosa se hace mucho más amena. Alberto Caliani, otro autor al que no conocía en persona, tuvo a bien darme un cursillo exprés de cómo atraer a posibles lectores durante mi jornada de firmas. Por cierto, un saludo desde aquí a los amigos de Bosque Mitago, infatigables libreros que todos los años están al pie del cañón y nos ayudan a promocionar nuestras obras.
Caseta de Bosque Mitago en el Celsius 232.

 Un placer también haber podido presentar mi última creación junto a Ana Díaz, quien hizo las veces de maestra de ceremonias y me ayudó con sus preguntas. Procuro siempre que la cosa resulte amena y creo que al menos en esta ocasión lo logré, como más tarde me indicó Ana. 
Presentación de "La huella del cazador" publicada por Dissident Tales.
 Me llevo un montón de buenas experiencias y recuerdos y la satisfacción de haber dado un poco más de salida a mi obra. Al final el mini-cursillo de Caliani parece que sirvió, jeje. Muchas gracias también a cuantos se interesaron por mi novela, algo que siempre sirve de acicate a la hora de continuar con eso de "darle a la tecla".
 Una pena no haber podido charlar más con mi amigo José Luis Fernández Ganzedo, ávido lector y avezado reseñador con el que sólo tuve oportunidad de hablar de manera breve casi al final del festival. Un abrazo desde aquí. 
 Y antes de que se me olvide, mando también un saludo para mi amigo Eaven, otro incondicional del Celsius cuya personalidad me hace recordar a un personaje de fantasía; un tipo singular con el que siempre resulta divertido charlar.
 Y esta fue la andadura en el Celsius de mi novela "La huella del cazador", ilustrada por Elías Santos y editada por Dissident Tales Editorial.

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