RESEÑA DE "NOCHE DE DIFUNTOS DEL 38" DE MANUEL MARTÍN.
Esta es una narración perfecta para adentrarse en ese
oscuro periodo de la historia de nuestro país, pero desde una perspectiva un
tanto diferente, aunque no menos sangrienta. Nos pondremos en la piel de varios
personajes muy dispares para sumergirnos en una atmósfera repleta de acción,
terror y momentos emotivos. Y donde por supuesto no faltaran, ni mucho menos,
zombis.
Manuel Martín
aborda el espinoso asunto de la guerra civil, que sirve siempre como telón de
fondo para su historia, desde una respetuosa imparcialidad digna de alabar.
Aunque, eso sí, no duda en señalarnos de vez en cuando las vilezas, crímenes y barbaridades perpetrados desde ambos bandos.
La acción se
desarrolla con fluidez, a buen ritmo. Estamos frente a una novela rica en
personajes de muy diversa naturaleza y esto aporta un encanto significativo a
toda la trama. Es interesante conocer cómo se las van apañando todos estos
personajes, para enfrentar juntos una nueva amenaza que va mucho más allá de su
principal motivo de disputa. Ahora, todos ellos, tendrán que dejar a un lado
sus diferencias ideológicas y políticas para intentar escapar de un peligro que
es capaz de superar las barreras de la misma muerte.
Una de las cosas
que más me han gustado es el trato durante toda la obra del factor oscuridad.
La noche es algo muy presente a lo largo de toda la historia, jugando a veces
un papel muy importante. En ocasiones será un manto donde guarecerse del
peligro para aquellos que quieren escapar del horror que se arrastra renqueante
y maltrecho en busca de su carne, pero en otros momentos supondrá también un
obstáculo, una trampa más en el camino.
También me ha
parecido muy acertado por parte de Manuel el exponer que, aunque se haya nacido
en mundos muy distintos, ideológicamente hablando, esto no supone un
inconveniente a la hora de aunar fuerzas para buscar una salida y enfrentar
juntos un enemigo común.
Me gustaría
señalar que de entre toda la variedad de personajes que enriquecen la novela,
he llegado a sentir especial cariño por uno de ellos. Se trata de un tal
“Mecha”.
En definitiva,
estamos ante una obra muy entretenida donde además podemos encontrar varios
alicientes extra, como es el poder sumergirnos durante algunas horas en un
pasado bastante luctuoso, pero que además ha sido espantosamente invadido por
un tipo de criaturas bastante desagradables.
Por último mencionar que los
derechos de la obra han sido comprados por la productora “Cactus Flower
Producciones” para una posible adaptación cinematográfica, por lo que doy
también la enhorabuena desde aquí a Manuel Martín, tanto por su novela,
como por esto último.
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