Algunas curiosidades sobre "La eucaristía del miedo"

La presente novela forma parte un conjunto de obras entrelazadas entres sí, pero que pueden leerse de manera independiente sin ningún problema. Cada obra es autoconclusiva, aunque comparte personajes con las otras y el trasfondo de las historias; tanto escenarios como claves principales, es el mismo.

El germen de todas ellas surgió de la creación de varios cuentos a los que di forma hacia finales de 2.015.

No tardé en darme cuenta de que dichos relatos, que tenían muchas cosas en común, pedían ser desarrollados para poder contar en profundidad lo que se escondía tras sus páginas. Como he mencionado ya, hay varios personajes que están presentes en más de un libro. Cabría destacar, de entre todos ellos, a John Wilde. Si bien aquí apenas aparece hacia el final de la historia, su protagonismo será mucho mayor, por ejemplo, en «El tesoro de los inmortales». Para los que hayan leído «La huella del cazador», publicada en 2.015 por la desaparecida Dissident Tales Editorial, el nombre les resultará familiar.

Uno de los pilares básicos de estas novelas, es el de «las casas encantadas». Siempre me ha atraído lo sobrenatural y toda la fenomenología relacionada con ello. Por eso he intentado aportar mi visión, siempre novelada, por supuesto, a dichos fenómenos. También he intentado aportar unas pinceladas de originalidad, por ejemplo a la hora de encontrar escenarios diferentes o entrelazando el germen de las historias con elementos que he considerado complementarios.

Por eso, además de apariciones fantasmales o pasajes cargados de suspense, he procurado que el lector se encuentre además otro tipo de alicientes a lo largo de la historia.

Asimismo, me ha parecido interesante la inclusión de elementos de naturaleza eclesiástica. Uno de lo personajes principales de esta primera novela será un cura; uno que a mi juicio no se ajusta a la tónica habitual dentro de lo que podríamos esperar en un ministro de la iglesia.

Otros ingredientes añadidos son los de los «manuscritos secretos», los objetos de poder o los escenarios foscos.

Tal vez influido por autores como Lovecraft, me he dejado llevar por ese sabor añejo con el que estaban regados este tipo de relatos; con esos desvanes repletos de antigüedades, baúles cargados de sorpresas desagradables y documentos que nos van revelando realidades tal vez demasiado aterradoras a los ojos de los personajes que se los encuentran.

Por último, me gustaría mencionar que ha sido todo un placer trabajar en colaboración con la artista María Pizarro, quien en este caso se encargó de llevar a cabo tanto la portada del libro, como las magníficas ilustraciones que pueden encontrarse en el interior del mismo. Lo que puede verse a lo largo de esta entrada, es una pequeña muestra de dichas ilustraciones. Están recortadas, por lo que tan sólo son un parcial de lo que el lector podrá encontrar en el libro.

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La eucaristía del miedo.