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sábado, 1 de octubre de 2011

Destino incierto. (9 de Jun de 2010, a las 22:43)

Desde aquella cima contemplabas un mundo, que yacía dormido a tus pies. La tierna brisa acariciaba tu rostro, arrastrando con ella secretos ancestrales, que arrullaban tus sentidos, mientras dejaban prendidos en tus cabellos, la esencia de un tiempo donde los sueños eran una tajante realidad. Algún día sentirás latir tu corazón con fuerza renovada, y la paz inundará las profundidades de tu alma. No recuerdas quién fuiste, no tienes conciencia de quién eres, ni porqué estás aquí ahora, y es algo que te angustia. Quienes se cruzaron en tu camino, advirtieron alguna vez que portas algún tipo de poder, que no pasa desapercibido, y que subyace en alguna parte de tu mente, de tu espíritu. Algunas veces te sientes abatido, algunas otras desconsolado. En ocasiones, sin embargo, también crees que tienes la capacidad de conducir tu propio destino, hacia una meta más llena de luz y esperanzas. El tiempo transcurre, rápido, lento, desconcertante. Y desde la noche de los tiempos, tu alma tortuosa grita para que la escuches, que te detengas y medites. No busques las respuestas tan lejos de tí, pues en ti duermen todas, esperando que algún día las despiertes. No sabes bien cual es el destino de tu vida, pero sabes en el fondo quién eres. Tu nombre, reposa escrito en tus palabras, en tus actos, en tus gestos y decisiones. Portador de Luz, prestame una vez más tu tierno y amable regazo, porque mi nombre es el tuyo mismo, y mi camino discurre por el mismo bosque oscuro.

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