miércoles, 18 de mayo de 2016

La influencia del Heavy Metal en mis escritos.



Existe un estilo de música capaz de elevar mis emociones hasta cotas inimaginables, de hacer que mi mente vibre gracias a esas dosis de energía que destilan las guitarras eléctricas, el sonido de la madre tierra encerrado en los bombos, platillos y cajas de las baterías o la fuerza implícita en los registros de sus vocalistas o el latido de un bajo que cabalga sin cesar. Una manera de expresar las pulsiones humanas y derramar torrentes de potencia que se ha convertido, para muchos de nosotros, en todo un estilo de vida. Ese estilo se llama Heavy Metal, y desde hace décadas ha supuesto para mí un pilar fundamental en el que apoyarme para lidiar con cada roca del camino o perseguir mis sueños con la dosis de fuerza necesaria, sin que las caídas en la senda de la vida me hagan renunciar. El combustible del que me he valido en miles de ocasiones para acometer empresas, bregar con todos esos problemas de la existencia cotidiana o luchar contra los fantasmas propios de la mente. Al tiempo que esas dosis de arte representan un bastón firme con el que avanzar sin detenerse, un bálsamo contra todo tipo de males anímicos o una fuente donde beber esperanzas, también suponen un pozo de inspiración inagotable. La fuerza desbordante de esos acordes y la historia que esconde cada canción han suscitado, en incontables ocasiones, fantasías en mi mente. A veces esas ficciones vienen teñidas de cierto halo oscuro, pero otras muchas están iluminadas por la magia que destila cada nota. Hay algo milagroso, terapéutico y con un gran poder evocador encerrado en cada pieza musical. ¿Quién no ha sentido que su fe se revitalizaba tras escuchar uno de sus discos favoritos o ha buscado consuelo en esa canción con la que tanto se identifica, tras un duro encontronazo en alguno de los recodos más difíciles de la existencia?
 A causa de todo ello, procuro rendir, siempre que me es posible, un homenaje a ese estilo de vida, a ese modo de hacer arte y crear fantasía con forma de música. Por ello no es extraño que aparezcan en mis obras, de manera reitera, personajes que presentan una apariencia y unos gustos que se inclinan de manera clara hacia el Heavy Metal. "Invocaión Pagana" no es precisamente una excepción. Uno de sus personajes representa todas estas luces y sombras que caracterizan el universo del rock. A través de él muestro la visión que tengo sobre el mundo de ese estilo musical y lo adentro por escenarios cercanos a dicha corriente. En esta ocasión incluso he querido rendir un homenaje a un "bareto" que antes frecuentaba y lo he querido transformar en uno de los ambientes teñidos por una nota terrorífica y para ello he procurado aderezar sus rincones con ciertas visiones y sucesos un tanto espeluznantes. El nombre del lugar: "Rock Inferno", seguramente resultará muy familiar a los seguidores de este tipo de música que residan en Gijón, y su mítico dueño tendrá un pequeño papel secundario en la trama.

Para más información sobre la obra:

http://ellatidodelucifer.blogspot.com.es/2016/04/invocacion-pagana.html

domingo, 15 de mayo de 2016

Carreteras solitarias en la noche. Más ingredientes para "Invocación pagana".



En la soledad de la noche, algunas carreteras poco concurridas nos ofrecen un escenario a menudo inquietante. Abundan las sombras en los rincones, cuyas siluetas se alargan, deforman y proyectan sobre el asfalto o los matorrales de las lomas, donde nunca se sabe qué criatura puede permanecer agazapada. Los faros de nuestro vehículo son capaces de producir esta suerte de efectos que, en ocasiones, pueden jugarnos una mala pasada. La superficie reflectante de los carteles indicativos destella bajo el efecto de los mismos y nos devuelve un resplandor capaz de despertar recelos escondidos en lo recóndito de nuestro subconsciente. 
Abundan los testimonios de personas que aseguran haber contemplado cosas en mitad de una de estas vías a altas horas de la noche. Experiencias que los sobrecogieron y marcaron de por vida. Quizá en muchas de esas vivencias los miedos más atávicos jueguen un papel determinante. La sugestión es muy poderosa, sobre todo en determinadas circunstancias y en entornos muy concretos. Sin embargo, pienso que no todas esas historias pueden explicarse a través de estas premisas. A muy seguro que los "fantasmas" de la propia mente, en forma de miedos ancestrales y recelos escondidos, pueden a menudo proyectarse sobre el escenario de la realidad que nos rodea, pero en otras muchas ocasiones quizá se esconda algo mucho más "tangible"tras esas visiones.
Siluetas con forma humana cuya corporeidad se diluye en la oscuridad de la noche de cintura para abajo. Personas salidas de la nada que parecen observar el avance de nuestro vehículo desde el arcén, a veces incluso con una de sus manos alzadas en una suerte de advertencia o saludo capaz de helar la sangre. Grupos de gente ataviados con atuendos pasados de moda o inapropiados para esas horas y esa fecha, en ocasiones desprovistos de facciones, en cuyo lugar sólo se aprecia una oquedad vacua, un desgarrón más opaco que la noche. El semblante de una anciana desconocida que nos mira desde el asiento posterior de nuestro propio coche y cuyo reflejo devuelve el espejo retrovisor que tenemos a la izquierda.
 Para la novela "Invocación pagana", no he dudado en recabar información relativa a este tipo de experiencias, rescatar de entre mis recuerdos algunos de esos testimonios que alguna vez escuché en programas de misterio o incluso aportar mis sensaciones personales al respecto.
 Hay multitud de relatos con nombre y apellidos de los que empaparse, a cada cual más escalofriante. Y de ellos precisamente he bebido para luego recrear mis propias experiencias, siempre desde el respeto, por supuesto, pero procurando capturar esas dosis de miedo para encapsular luego su esencia en medio de la narración.  No se trata de "volcar" esas historias directamente en el libro, sino de captar, en la medida que me fue posible, su esencia y luego generar otro tipo de vivencias similares en el terreno de la ficción.

Para más información sobre la novela:

 http://ellatidodelucifer.blogspot.com.es/2016/04/invocacion-pagana.html


sábado, 14 de mayo de 2016

Los espejos, ¿portales a otros mundos? Más ingredientes para "Invocación pagana".



Los espejos son un elemento bastante común en la vida cotidiana del ciudadano del siglo veintiuno. Es más, llevan con nosotros, en diversos formatos y de diferentes materiales, desde hace muchos siglos. Pero han venido acompañados siempre por un miedo latente que las supersticiones han alimentado de manera considerable. Algunas veces es inevitable fantasear con las propiedades que esos ingenios puedan esconder tras su apariencia ya de por si llamativa. Hay quien ha querido ver en ellos, portales a otras dimensiones que pueden ser abiertos mediante determinadas fórmulas o que, sencillamente, pueden suponer una vía de entrada para espíritus que nos observan con no muy buenas intenciones. Incluso los hay que piensan que el alma de una persona puede terminar atrapada entre las fronteras difusas que quizás haya al otro lado, si es lo bastante incauta o atraviesa un momento de debilidad y dispone de uno de estos elementos en su propia habitación. Si alguien fallece, aseguran estas personas, resulta conveniente ocultar la superficie reflectante con algún paño que "ciegue" e impida que el espíritu del muerto se extravíe en esos planos que hay más allá de esas puertas.
  He leído también que hay quien desaconseja observar tu reflejo en uno de ellos en mitad de la noche y a la luz de las velas, pues esto podría traernos desagradables consecuencias; como por ejemplo contemplar fantasmas, entidades demoníacas o nuestra propia muerte. También es muy conocida la superchería de que, aquel que tenga el infortunio de romper uno de ellos y observar su rostro en la superficie resquebrajada, sufrirá siete años de mala suerte.

No seré yo quien avale o desmienta estas aseveraciones, pero sí las considero una atractiva fuente de la que beber y documentarse para confeccionar fantasías literarias. De este modo, no he dudado en usar dicho objeto y algunas de las hipótesis que ha alimentado, para "aliñar" un poco la narración de mi última novela publicada. Así, algunos de los personajes de la misma, sufrirán en sus carnes una serie de sucesos poco agradables, que los harán rehuir el reflejo de estos prodigios.
 Sombras desconcertantes, neblinas que envuelven los objetos y las facciones que nos devuelve la superficie cristalina e incluso expresiones de alguien que no es el observador, conforman un interesante mosaico de posibilidades a utilizar en una ficción novelada.

Para más información sobre la obra:

http://ellatidodelucifer.blogspot.com.es/2016/04/invocacion-pagana.html

jueves, 12 de mayo de 2016

Más curiosidades sobre "Invocación Pagana". Las parálisis del sueño.



Desde hace décadas, he sentido un interés muy especial por todo aquello que tenga algo que ver con esa anomalía conocida en el mundo de la psicología como "parálisis del sueño". La razón es muy sencilla; he experimentado, a lo largo de mi vida, diversos episodios de este trastorno y en diferentes grados de intensidad. A pesar de que no está catalogado como una patología, ni nos pone en una situación de riesgo, la mencionada parálisis es algo que, como seguro coincidirán cuantos hayan atravesado dicho trance, resulta de lo más aterrador y desconcertante, sobre todo cuando uno no sabe a qué se debe o no ha escuchado antes las explicaciones que la ciencia médica aporta sobre el tema.
 A causa de todo esto, en más de una ocasión he decidido plasmar en mis escritos esas vivencias acontecidas en el umbral entre dos estados de la mente, esas experiencias que cobran fuerza bajo el dintel situado entre el sueño y la vigilia. En el caso de la novela "Invocación pagana", he además decidido darle connotaciones sobrenaturales al asunto, aprovechando la fenomenología que rodea siempre este tipo de "trances". El amplio espectro de posibilidades que me facilita todo ese cúmulo de sensaciones, representa un campo de cultivo fértil para sembrar la simiente de una fantasía preñada de terror. En este caso, uno de los personajes principales, apodado el Tito Nugget, sufre en sus carnes la visión de lo imposible en una serie de apariciones que le helarán la sangre. Podríamos catalogar, asimismo, todo esto con el marchamo de los "visitantes de dormitorio"; esas apariciones fantasmales que muchos aseguran haber observado a los pies de su cama, pues en ocasiones las semejanzas entre testimonios acercan ambos tipos de vivencias.
 Para ilustrar un poco mejor estos hechos, a continuación intentaré explicar por encima lo que significan las mencionadas parálisis del sueño.
Es un trastorno no patológico relativamente común. Sin embargo, son pocos los que lo sufren de forma regular. Para la mayoría de ellos resulta, por lo general, una experiencia angustiosa y terrorífica. Todo consiste, a grandes rasgos, en que la mente se despierta al filo de la vigilia (de forma hipnopómpica), o por el contrario al estar cayendo uno hacia las profundidades del mundo onírico (de forma ignogógica), sin que el cuerpo haga lo propio. Es algo así como lo contrario al sonambulismo, donde el cuerpo es el que está despierto pero la mente sigue vagando al otro lado de la frontera mágica.
Si te atenaza la garra de semejante parálisis en mitad de la noche, cuando aún estás en esa borrosa frontera entre dos estados de la mente, tu percepción del mundo es la de un hombre despierto que no es capaz, sin embargo, de hacer que su cuerpo responda a las órdenes del cerebro. En otras palabras, puedes ver y oír, pero tu cuerpo está paralizado sobre la cama. Todo esto arrastra al individuo a un estado de acuciante desazón, de estrés creciente y terror. Aunque uno puede ver lo que hay alrededor, parece todo como sumido por los restos de una bruma onírica que ha quedado flotando en el intelecto de la persona. Algunas imágenes pueden ser proyectadas por la mente, dando la sensación de estar ante los mismos ojos de uno. De esta forma, el sujeto tiene la sensación de estar ante una aparición que se ha materializado a los pies de su cama. En muchas ocasiones, todo este conjunto de fenomenologías vienen acompañadas por la aparente presencia de algo diabólico que flota en el ambiente, sobrevolando nuestro cuerpo con actitud amenazante. Es como una sombra de cuerpo nebuloso y desgajado que se sube a nuestra espalda o nuestro pecho, estirando unas garras deformes para intentar estrangularnos. Es entonces cuando la sensación de opresión torácica se acrecienta hasta límites alarmantes, mientras un gemido gutural se desliza de forma siniestra, buscando lo más hondo de nuestro subconsciente. Cuanto más tratemos de resistirnos a ese suplicio, más agarrotado notaremos nuestro cuerpo, que se ha convertido en una especie de bloque de granito. Los músculos no responden y la respiración se vuelve jadeante.
Una experiencia, como ya dije, de lo más aterradora, máximo cuando uno desconoce que en realidad no es algo demasiado ajeno al ser humano, quien ha vivido este tipo de episodios desde hace miles de años.

Versión Kindle de la novela ya disponible en amazon, por sólo 0,99 Euros.


http://pangealibros.es/terror/12095-invocacion-pagana.html


http://www.agapea.com/libros/INVOCACION-PAGANA-9788494540271-i.htm


http://www.edicionesatlantis.com/catalogo/4/invocacion-pagana/1172/




lunes, 9 de mayo de 2016

Invocación pagana. Las presentaciones.


 El pasado viernes día 6 de mayo tuvo lugar, en el pueblo de La Nueva, la segunda presentación de mi última novela publicada, que lleva por título "Invocación pagana" y en esta ocasión edita el sello de "Ediciones Atlantis", quienes ahora han dado un salto en su modo de trabajo y funcionan como editorial tradicional. Mi amigo Javier Barrio Iglesias, periodista del diario El Comercio, tuvo a bien hacer las veces de maestro de ceremonias del acto, que se desarrolló en el centro cultural de la asociación de vecinos de La Nueva, a cuyo presidente José Antonio y de más miembros integrantes, agradezco de todo corazón la amable acogida y la cesión del local. 
 El caluroso recibimiento y la atención prestada por los vecinos que acudieron al acto, quedan reflejados en la recopilación de fotografías que dejo a continuación. Una experiencia agradable y distendida donde tuve ocasión de transmitir mis sensaciones acerca del mundo editorial y la escritura a los asistentes, quienes además fueron partícipes con sus preguntas y enriquecieron el acto.